
Él aparecía, ella se daba la vuelta. Él sonreía, ella se quedaba de piedra al verlo. Él abría los brazos, ella corría a abrazarlo. Él hundía la cabeza en su pelo, ella, en su cuello. Él decía no puedo vivir sin usted, ella estaba demasiado emocionada para contestar. Él la levantaba en volandas, ella reía. Él se la llevaba hacia… esto…
Por que no hay nada mejor en el mundo que sentarte, escoger una buena película, acompañada de unas palomitas o de unas chocolatinas, darle al play y evadirte durante dos horas. Lo mejor de todo es que durante ese tiempo los problemas no te pertenecen a ti.